Es la primera vez que me siento en todo el día
— Todas las madres del mundo.
Estás leyendo la niuslater dominguera de Malprofe, que la veces llega later para traerte las lecturas que no te cambian la vida pero te entretienen 17 minutos.
La historia
Hace unos años cuando trabajaba en un Gimnazjum bilingüe recibimos la visita de la Consejería de Educación española y del director de otro Gimnazjum. Es decir, gente que pasa el día delante de un ordenador, no de un grupo de alumnos.
En un momento dado el director de la otra escuela dijo:
—Este año queremos potenciar más el español, para que los alumnos pasen a Liceo con más nivel.
La directora de mi escuela, que no sabía distinguir el español del portugués, rápidamente añadió:
—Nosotros también.
En ese momento se giraron todas las caras hacia nosotros, los profes de español, y la persona con menor poder de decisión de la Consejería, hizo un gesto con la cabeza y dijo:
—Pues, ya sabéis.
Esto sucede muy a menudo. Querer elevar los resultados de una asignatura, diciéndolo en alto y mirando al profesor.
Lo hacen siempre los padres, pero alguna vez también los directores de las escuelas, que son los que menos saben de educación.
¿Aumentar número de horas? —Por ahora no.
¿Más clases a la semana de esa asignatura? —¿Para qué?.
¿Contratar más profesores? — No hay dinero.
¿Organizar un intercambio de alumnos? —Vaya lío.
Decirle al profesor: “este año queremos potenciar el español” —Po zi.
Lo llamo motivación expres: para el curso que viene, nada va a cambiar, 2 clases x 45 min/semana, los alumnos tienen que sacar un 6 (sobresaliente) y recitar poemas de Lorca.
¿Cómo lo vamos a hacer? —Pregunté
Pues les tenéis que motivar más. Tenéis que ponerles muchos deberes y a los que no los hagan les ponéis malas notas y castigos.
Ya te he dicho que los directores son los que menos saben de educación.
Pero vamos poco a poco.
🥸 Los alumnos no aprenden porque el profesor no les motiva
La mayoría los alumnos no aprenden español durante todo el curso. Algunos no aprenden casi nada durante dos cursos, que son unos 18 meses de clases de español dos veces por semana.
Si eres profe, sabes que esto es totalmente normal.
Sin embargo, cada año hay alguna alumna que aprende rápidamente y es capaz de decir cosas básicas casi sin errores.
Los dos mundos existen en mi clase y en todas las clases: alumnos que aprueban Vs. alumnos que aprenden.
Bueno, y alumnos que no hacen ninguna de las dos cosas, que se pasan todo el año diciendo “Hola” pronunciando la “h” como una “j” /χ/ *jola.
Como ya dije en malprofe #2 los primeros no le interesan a las escuelas porque no san problemas. Vamos a centrarnos en los segundos, los que aprueban pero no aprenden.
Empiezo por la conclusión: “si mi hijo no aprende es porque el profesor no le motiva”.
(Si eres padre puedes dejar de leer aquí, ya he satisfecho tus creencias previas. Lo que viene ahora no te va a gustar.)
Lo que realmente quieren decir los padres con esta frase es “mi hijo no aprueba y no sé por qué”.
Si el niño aprende o no, no es tan importante ni para la escuela ni para los padres.
En el rendimiento académico intervienen factores como la motivación, la personalidad, las aptitudes, los intereses, la concentración , la memoria, los hábitos de estudio, la autoestima y la relación emocional con el profesor.
La mayoría de los profes y padres consideran que la motivación es el factor más importante en el aprendizaje. Lo malo es que no saben muy bien cómo funciona ni cómo fomentarla.
Los alumnos buscan atajos para aprobar:
Y los padres lo refuerzan:
—Si suspendes te quedas sin ordenador una semana.
—Si apruebas podrás comprarte el nuevo videojuego.
Así los alumnos están motivados para aprobar, pero no para aprender. La motivación que les hace aprender no surge de fuera.
🎯 Motivación externa Vs. Motivación interna
La motivación externa te hace evitar un castigo o esforzarte por conseguir un Czerwony Pasek para que mamá se lo diga a los vecinos.
Las escuelas evalúan con notas, fomentan el castigo-recompensa y la competitividad. Quizás está motivación externa funciona bien en las empresas, pero no para que un niño aprenda un idioma.
Un niño aprende cuando la motivación surge de dentro, por la satisfacción de realizar una tarea que le parece interesante. Aumenta el compromiso con lo que está haciendo y con el lugar donde lo está haciendo: la escuela.
Las recompensas, sin embargo, pueden afectar a la motivación interna.
Un estudio de gente sesuda y con paciencia descubrió que cuando se promete una recompensa a un grupo, trabaja más motivado que otro al que no se le promete un premio.
Vaya sorpresa.
Pero...
Cuando deja de controlarse al grupo al que se le promete una recompensa, pierden el interés.
El grupo que realiza la misma tarea de manera voluntaria dedica más tiempo de media a realizar la tarea cuando los “controladores” se van de la sala.
Ahora se pone interesante.
Si prometo un premio a mis alumnos o tú un regalo a tu hijo, mientras estemos con ellos controlando lo que hacen, estarán motivados por aprobar, hacer los deberes o participar en clase.
Pero en cuanto les dejemos en un periodo de “libre elección”, sin promesa de premio, es muy probable que pierdan el interés. Es una motivación temporal.
Y lo peor: la próxima vez será más difícil motivarles.
En los 90’ Microsoft lanzó la Enciclopedia Encarta, motivando a los redactores y revisores con incentivos externos: mucha pasta. Diez años más tarde apareció otra enciclopedia que no pagaba ni un centimo a nadie y animaba a crear artículos “for fun”, por el gusto de participar y el prestigio de ver tu artículo publicado.
¿Cuál de las dos crees que tuvo más éxito?
La segunda es la Wikipedia. De la otra nadie se acuerda.
Los profesores ponemos nuestra grano de arena, pero somos solo una parte del contexto del alumno.
Todo a su alrededor le muestra al alumno que el español (o Educación Física o Plástica) es una asignatura refill.
Y aún así, algunos tienen una motivación interna robusta.
☕️ Tú hijo no aprenderá a decir esto en español
Ya he contado esta historía en alguna ocasión, pero por si acaso no estabas en la sala o tienes una memoria como la mía, te la cuento de nuevo.
Durante el curso, una madre fue a recoger a un niño justo en el momento en que yo estaba llamando a los alumnos para ir a clase. La madre se sorprendió al ver que dos alumnos no querían venir a la clase de español y les dijo:
—¿No queréis aprender español? A mi me encantaría ¿No queréis aprender a comprar un vuelo o a pedir un café en español?
Esto es muy común en los padres y demuestra lo poco que saben sobre los intereses y la motivación de sus hijos.
Por si alguien tiene dudas: los niños no toman café, no les importa que a ti te encante el español y saben que sus padres son los que compran los vuelos, online y en cualquier idioma.
Los niños aprenden un idioma cuando lo necesitan para hablar con uno de los progenitores, porque van de vacaciones al país donde se habla o porque es el idioma en el que aprende en la escuela.
También cuando lo necesitan para usa en Internet y la tecnología.
Es decir, aprenden cuanto tienen un MOTIVO (motivación)
Quizás apuntas a tu hijo a clase de español porque:
a ti te gusta mucho
es un idioma muy hablado, será bueno para su futuro
para que haga algo mientras espera que le recojas, y no “solo” juegue en la ludoteca.
está de moda
Cualquiera de estos motivos es bueno para ti, pero no motivan a tu hijo.
Entonces, ¿qué puedo hacer para motivar a mi hijo a aprender español?
🎾 Recapitulando: lo que podemos hacer
Durante años de escuchar a padres y escuelas he probado a lanzar la motivación a los alumnos como si fuera una pelota de tenis. Pero no funciona, se queda en la red.
Ya hemos dicho que los niños aprenden un idioma:
cuando lo necesitan, cuando tienen un motivo.
cuando la motivación surge desde dentro
es un maldito misterio
Es muy difícil que un niño aprenda español si solo lo necesita dos veces a la semana durante 45 minutos, porque es obligatorio, para aprobar y porque sus padres se lo dicen. Fuera de esos 130 minutos no hay español en su vida.
Muchos padres quieren que sus hijos aprueben español, otros quieren que aprendan español y unos pocos se ponen a aprenderlo ellos en casa, dando ejemplo a sus hijos.
Motivar a un niño que tiene cero interés en el español es una perdida de tiempo y energía. La verdad es que me centro en potenciar el interés de los alumnos que ya traer algo de motivación intrínseca porque sé que van aprender.
Lo que puedes hacer como padre es:
✔︎ ir de vacaciones a países hispanohablantes y crear situaciones donde tu hijo necesite usar el español: por ejemplo para comprar un helado o pedir una horchata.
✔︎ mostrarle lo importante que es para ti aprendiendo tú también.
✔︎ aumentar el tiempo de contacto con contenido en español que le guste: películas, series, juegos.
✔︎ apuntar a tu hijo a clases extraescolares de conversación (no pienso publicitarme) online: solo si le gustan y se divierte, si no, estarás tirando el dinero.
✔︎ apuntarle a un campamento en español (para esto tienes La Nube, por ejemplo)
✔︎ participar en un intercambio de estudiantes con una escuela española: acoges a un español, que no habla nada de polaco ni inglés y tienes horas de práctica de español.
✔︎ manda a tu hijo a un programa Erasmus en Valencia o Madrid: él aprende y tu descansas.
✔︎ intercambio de idiomas o tándem: un español enseña polaco a tu hijo y el tuyo le enseña... inglés, porque el español es posible que no esté interesado en aprender polaco, a no ser que quiera venir de Erasmus a Polonia y quiera aprender polaco para ligar.
Y la semana que viene diré que te voy a escribir el domingo y se me irá al lunes otra vez. Pero lo importante es que te voy a contar cómo deberías tomarte la educación.
Pórtate bien, aunque solo sea de lunes a viernes,
Malprofe.
PS: La charla en el TED en la que Dan Pink habla sobre la motivación intrínseca versus extrínseca]